Faro de Prioriño Chico (Ferrol)

El faro de Prioriño Chico está situado justo en la entrada de la ría de Ferrol por su lado norte, a escasos metros del Puerto Exterior. Una vez que salí de la autopista por el norte de Ferrol sólo tardé unos quince minutos y fue muy sencillo llegar hasta él, porque el camino (carretera DP-3608) está muy bien señalizado.

El faro está rodeado de rocas peladas y granito, ya que para poder construirlo aprovecharon la piedra de una antigua batería militar del siglo XVIII que defendía la ría, y cuyos restos se encuentran al pie del faro y debajo de él. Su proyecto se cree que pertenece a Celedonio de Uribe; fue construido en 1853 y se encendió en julio de 1854. La torre mide 5 metros de altura, es octogonal, está incrustada en la fachada posterior y alberga un aparato de cuarto orden. Su luz se encuentra a 36 metros sobre el nivel del mar. El edificio estaba pensado para albergar a dos torreros con sus familias, pero lo exiguo del mismo obligó a realizar varias ampliaciones y reformas posteriores. Además en 1918 Rafael de la Cerda se encargó del proyecto para cambiar la apariencia y alcance de su luz (hasta 23 millas), además de mejorar el sistema de alumbrado. Esto permitió que sólo fuera necesario un torrero para atender el faro y que su día a día fuera más cómodo al disponer de más espacio. Pero en 1924 el faro se automatizó y se quedó sin personal permanente. En 1988 volvió a cambiarse la característica de su luz y en 1995 fue electrificado.

En 1990 el faro de Prioriño sufrió un grave ataque vandálico en el edificio, en la óptica y en el sistema de alumbrado, lo que obligó a mantenerlo apagado durante varios meses. Vergüenza me da tener que contarlo.

Justo detrás del faro hay una moderna estación de radar, y un poco más allá un observatorio ornitológico. La zona está muy cuidada y tiene fáciles accesos para recorrer tanto el faro como la estación de radar y los restos arqueológicos. También tiene carteles explicativos con antiguos planos y fotografías.

El faro actalmente está controlado a distancia por ordenador desde la Autoridad Portuaria de Ferrol, pero tiene anexa una vivienda (la que se ve en la foto de la izquierda) donde desde 2008, tras más de ochenta años vacío, reside la farera que lo atiende, ya que la gran linterna necesita un mantenimiento constante. Vaya vistas más increíbles debe de disfrutar a diario desde el mismo salón de su casa. Dicen que en días claros es posible avistar la Torre de Hércules. Para mí, una afortunada, a pesar del susto que se llevó en 2009 cuando el huracán Klaus arrancó parte del tejado.