Faro del Castillo de San Antón (A Coruña)

Éste es el último de los faros de mi ciudad que me faltaba por comentar, aunque no por visitar. Hablo, claro está, de los faros propiamente dichos, quitando enfilamientos, boyas y demás familia, de los que hablaré otro día. El Castillo de San Antón está situado en una península que anteriormente fue islote en medio de la bahía de A Coruña. Se puede llegar hasta él desde el paseo marítimo que rodea la ciudad.

Antes de la construcción del castillo, en la isla había una capilla dedicada a San Antón que se usaba como lazareto para tener en cuarentena a los viajeros sospechosos de padecer alguna enfermedad infecciosa. El castillo empezó a edificarse en 1588, aprovechando paredes del antiguo faro de Hércules. Al principio se utilizó como defensa de la ciudad, demostrándose muy útil ante el ataque de los ingleses al mando del pirata Francis Drake. A partir del siglo XVIII fue también prisión y desde 1960 es la sede del Museo Arqueológico e Histórico. La isla quedó unida a tierra de forma peatonal en los años 40 del siglo XX, aunque ya hubo planes de hacerlo en 1777 aprovechando unas reformas.

La última vez que fui allí aproveché para preguntar en qué fecha se levantó el faro, pero sólo me pudieron decir que fue posterior a la construcción del Castillo. Me facilitaron con generosidad varios folletos, pero en ninguno aparece esa información. Lo único que me afirmaron con seguridad es que a día de hoy sigue en funcionamiento. («Pero de noche ¿eh?» me aclaró el amable chico).

Afortunadamente tiempo después mi amigo Jose María me facilitó esa información, que pude completar también con los datos del libro «Faros de Galicia» de la Fundación CaixaGalicia. Su instalación partió de las quejas, igual que con tantos faros gallegos, del cónsul inglés. Primero se instaló, en 1846, un simple farol con la idea de auxiliar la entrada de los barcos en la bahía coruñesa. En 1858 se habló con cierta urgencia de la necesidad de una luz de puerto en condiciones, y el proyecto se encargó al ingeniero José María Bellón, quien diseñó un edificio hexagonal (para vivienda y dependencias varias) con una torre de 6 metros de altura, también hexagonal, incrustada en el centro. El faro se inauguró como luz de quinto orden el 15 de mayo de 1861 y fue el primero construido con planchas de hierro (tanto la torre como el edificio) en España. El edificio se pintó de verde y la torre de blanco, y su luz, a 17 m sobre el nivel del mar, alcanzaba las 10 MN. En 1916 el faro fue automatizado y pasó a ser atendido por el farero de Oza. El edificio que lo rodeaba se demolió por ser ya innecesario, recubriéndose la torre de piedra tal y como está ahora, con su linterna original y su cúpula pintada de verde. Su luz en la actualidad es verde y alcanza las 6 MN.

¡Gracias a los amigos sabios!