Faro de Cabo Touriñán (Muxía).

Hoy quiero escribir sobre el faro del cabo más occidental de Galicia, el de Touriñán, aunque la fama se la lleve, inmerecidamente, el de Finisterre (9º 18′ 54» el primero frente a 9º 17′ 22» del segundo). El faro está situado en una comarca dura, inhóspita y llena de tojos  y brezos, donde el viento nunca para de soplar, doy fe de ello. Dicen que quien no haya visto el Atlántico rugir al pie de este faro no conoce el poder del mar. Parece el auténtico fin del mundo. A pesar de ello, en verano y durante la marea baja es posible ver cómo los percebeiros arriesgan sus vidas.

Cabo Touriñán ha tenido desde la Antigüedad gran protagonismo como referencia visual en la navegación en A Costa da Morte. Allí hay, entre otros, un traicionero bajo o aguja muy temido, llamado Farelo, Pedra Galluda o Laxe de Touriñán, y sólo visible cuando baja la marea. El Plan General de Alumbrado Marítimo preveía la instalación aquí de un faro de primer orden, pero finalmente fue Fisterra quien acogió su construcción. El de Touriñán se llevó a cabo finalmente impulsado por los numerosos naufragios que hubo en la zona, debidos, además de al bajo que ya mencioné, a los temporales que la azotan. El faro original, el más bajo de los dos, y que sigue en pie a escasos diez metros del nuevo, se inauguró el 15 de diciembre de 1898 con un proyecto de Adolfo Pequeño, aprovechando un aparato óptico en desuso heredado del faro de Cabo Vilán. Fue concebida como luz de cuarto orden, y su diseño es muy similar a los faros de Illa Pancha y A Palma. El edificio que rodea la torre octogonal estaba diseñado para dos torreros; su foco luminoso se elevaba a 8,6 metros sobre el terreno y a 57,6 sobre el nivel del mar, alcanzando las 10 MN. Los fareros cobraban un extra por lo aislado de este destino, teniendo incluso que recorrer 1 km para conseguir agua dulce. Imaginaos encima cómo debían de apiñarse en esa casita que tan acogedora parece si uno de ellos llegó allí con esposa y cinco hijos.

La óptica del faro fue reformada en 1918, pasando de ser fija a tener ocultaciones y consiguiendo verse a 20 millas de la costa. Poco después también se reparó el edificio, que estaba muy deteriorado por los temporales.

El nuevo faro de hormigón, de 14 metros de altura, empezó a funcionar el 20 de octubre de 1981, y consigue un mayor alcance que el antiguo (24 millas frente a las 20 del anterior). Es prácticamente gemelo del faro Roncadoira, (Xove, provincia de Lugo). Cuenta además con una sirena, y a día de hoy se encuentra automatizado. Un cartel allí situado lo califica de «funcional e inexpresiva torre, símbolo de la automatización de nuestros días«. No parece que le tengan mucho cariño, aunque la verdad, bonito, bonito, no es. Pero gracias a las críticas recibidas por Touriñán, los faros de Frouxeira y Nariga surgieron de un concurso de proyectos. Aunque cada cual que juzgue el resultado, porque para mí el de Valdoviño tiene delito.

No tuvimos ningún problema en llegar hasta cabo Touriñán, la señalización es buena y vi varios carteles antes de llegar al cabo; al salir del pueblo de Touriñán recorrimos unos 2 km en coche por una estrecha y sinuosa carretera que lleva directamente a los faros. Estos no aparecen hasta la última curva,  lo cual me dio la inquietante sensación de conducir hacia ninguna parte, hacia el mar, directamente.

Por cierto que leyendo historias sobre naufragios en Touriñán descubrí una curiosísima historia, la del barco alemán «Madeleine Reig«, que en 1935 partió en dos y echó a pique al pesquero gallego «Ocho Hermanos«. Pues bien, 22 años después, en 1957, el «Madeleine Reig» se hundió casi en el mismo lugar tras encallar en las rocas en una noche de niebla. Afortunadamente no hubo víctimas en ninguno de los naufragios, pero parece como si la costa hubiese esperado todo ese tiempo para cobrarse su venganza…

En una de las paredes del faro antiguo alguien inspirado escribió un largo poema. Un amable lector, Pepe Gil, me escribió para darme la referencia de su autoría, y os lo enlazo para que podáis conocerla completa. Espero que os guste.