Enfilación de cabo Home y punta Subrido, Cangas (Pontevedra)

Enfilación de cabo Home y punta Subrido

Queridos lectores, para celebrar por todo lo alto que esta es la entrada 250 del blog (soy partidaria de celebrar siempre todo lo que se pueda, la vida ya es demasiado corta y difícil), voy a dedicar esta entrada tan especial a dos faros también muy especiales y que forman una unidad en todos los sentidos: cabo Home y punta Subrido. Les separa una distancia de 1 km en línea recta, casi 2 km si vais andando y más del doble en coche.

Robaleira, cabo Home y punta Subrido

Estas torres forman una enfilación, es decir que trabajan en equipo. Una enfilación es una ayuda a la navegación formada por dos puntos, que pueden ser artificiales, es decir, creados a propósito para este fin como estas torres, o bien naturales (montañas, un edificio singular, etc). Estos dos puntos permiten a quien navega saber que está en una ruta segura mientras los siga viendo en una misma línea imaginaria y vertical.

Faro de cabo Home y Robaleira.

Las fotos de esta entrada que saqué desde el mar son del año 2017, e iba yo felizmente camino de la isla de Ons para visitarla por primera vez. Quién me diría… Desde el barco disfruté de las vistas de a Costa da Vela y de todos los faros que la salvaguardan, además de las impresionantes rocas que los rodean. Sobre ellas, por cierto, hay una leyenda muy bonita que perdura, gracias a la tradición oral, desde hace más de cinco siglos, y que yo leí en el blog de Xoán Arco da Vella. Por aquella época, todos los pescadores que sobrevivían a la fuerza del mar salvaje de cabo Home aseguraban que la mayoría de los barcos se hundían de manera extraña, y que podían vislumbrar unos dientes muy afilados. Un día oscuro de tormenta un monstruo marino salió del agua y amenazó con devorar a todos los habitantes de Hío. Según cuentan, era más grande que 143 elefantes, pero un guerrero llamado Oridón decidió enfrentarse a él. Después de muchos intentos, encontró la manera de acabar con él gracias a su escudo y a la aversión del monstruo a la luz solar. El monstruo de cabo Home, agonizando, se hundió en el mar dejando sus púas fuera, y poco a poco éstas se fue petrificando. Hoy en día, esas púas todavía son visibles, ya que ahora son las rocas afiladas que hay junto al acantilado de cabo Home. Acercaos a verlas, pero cuidado con despertarlo…

Las torres de cabo Home y Subrido son muy similares y para alguien despistado podrían parecer gemelas viéndolas por separado, pero hay varias diferencias. Por ejemplo su altura: cabo Home, una de las más altas de Galicia, mide 17 metros, y sólo 12 la de Subrido. Pero es más fácil distinguirlas por el número de ventanas, ya que cabo Home tiene tres y Subrido sólo dos, y también por la base, más ancha, de la cual arranca el faro de cabo Home. Además Subrido está rodeado de árboles y el faro de Home está plantado en medio de roca viva. Sus luces son blancas y alcanzan las 10 millas.

Su construcción es relativamente cercana en el tiempo: su proyecto se encargó a Rafael Juanes en 1934 para señalizar la entrada norte a la ría de Vigo y salvar los bajos y arrecifes cercanos. Llegar hasta ellas es más o menos fácil, y os recomiendo que vayáis con ganas de caminar, porque llevar el coche es más un trastorno que práctico. Podéis aparcar con facilidad cerca de la escultura de Lito Portela la Caracola [en Donón], un lugar muy pintoresco  y visitado para disfrutar de la puesta de sol.


Desde allí parte un sendero de tierra con una indicación hacia praia de Melide de unos 3 km; ánimo y a por él. Iréis bordeando la costa todo el camino, y de paso que visitáis cabo Home tenéis a mano también, apenas a 400 metros, el singular faro de punta Robaleira (no confundir con el del mismo nombre en Cedeira, en la provincia de A Coruña) del cual hablaré otro día. De Robaleira a punta Subrido hay 1 km y medio. Y de Subrido de vuelta al coche otros 3 km. En total son unos 8 km, poca cosa para gente activa, como podéis ver.

Boya de punta Subrido

Y como guinda para la entrada de hoy una foto del faro de Subrido con la boya de punta Subrido, cortesía de mi primer viaje a Ons. Su luz es roja y alcanza las 5 millas. Espero que pronto visitéis todos estos lugares y que os encanten casi tanto como a mí. ¡Hasta pronto!

Enfilación de entrada al puerto de Camelle (Camariñas).

Puerto de Camelle

Hoy nos daremos un bonito paseo hasta el puerto de Camelle, una parroquia que pertenece al municipio de Camariñas. Es un lugar que, por desgracia, ha sido testigo de numerosos naufragios, y sus vecinos han arriesgado sus vidas en numerosas ocasiones para salvar a muchos marineros. Su ocupación desde siempre han sido la pesca y la industria conservera.

La enfilación de entrada al puerto es muy sencilla, como podéis ver en las fotos. La delantera está al borde del mar y es fácil de encontrar. Mide 6 metros, su luz es verde, blanca y roja y alcanza las 5 MN. Para encontrar la posterior hay que meterse entre las casas y allí podréis verla. Es una marca diurna, es decir, sin luz, y mide 6 metros.

Y no puedo dejar de mencionar que Camelle ha conseguido fama en el mundo entero gracias a uno de sus vecinos, Manfred Gnädinger, conocido como Man, el alemán de Camelle. Después de recorrer parte de Europa llegó a este pueblo en 1962 y ya no se marchó jamás. Dicen que se enamoró de una profesora y que, aunque su amor no fue correspondido, decidió quedarse allí, viviendo como un anacoreta, de la forma más sencilla posible. Era pintor, filósofo y escultor, y creó cerca del espigón de Camelle un parque escultórico muy personal. Falleció en 2002, tras el hundimiento del petrolero Prestige, que destrozó gran parte de la costa gallega y también de su obra. Dicen que murió por la inmensa pena que esto le causó. Lo que queda de su obra puede admirarse en esta página web, y saber más cosas sobre él en este enlace; yo os dejo también alguna foto.

¡Hasta la próxima!

Enfilación de Punta de Lago (Muxía).

 

Hoy quiero invitaros a dar un paseo hasta la hermosísima playa de Lago, un lugar del cual me enamoré en cuanto lo vi: arena blanca y finísima, aguas azules y tranquilas, y un pinar aislándola de la civilización. ¡Un paraíso! Su nombre procede del pequeño lago que forma el río do Lago en su desembocadura. Es un lugar salvaje y natural, y ojalá que, con la ayuda de todos, siga así durante muchos años.

Llegué hasta la playa desde Muxía, donde por supuesto paré a visitar su Santuario y su faro. ¡Es una visita obligada! Conduciendo unos 9 km por la AC-440, encontrareis un pequeño desvío a mano izquierda que indica dónde está la playa. No tiene pérdida.

Al final de la playa de Lago hay unas rocas que la separan de la playa de Barreira; y, en medio de esas rocas, encontramos esta hermosa señalización. La torre es blanca, tiene 7 metros de altura, y su luz es blanca, roja y verde, pudiendo alcanzar hasta 6 millas la blanca y 4 la roja y la verde. Depende de la Autoridad Portuaria de A Coruña.

Pero, como el título indica, esta señal es una enfilación, lo que significa que tiene que haber dos torres. La segunda no es nada fácil de ver, pero recorriendo la playa con calma en mi última visita la descubrí, escondida entre los árboles.

Tiene unos 8 metros de altura y es ciega, no tiene luz. Sirve únicamente como enfilación durante el día, ya que de noche es la torre anterior la que guía con su luz. No es algo muy frecuente, como me explicó un buen amigo, así que esto la vuelve un poco más especial.

Como veis, este pequeño rincón de Galicia está lleno de maravillosos secretos que vale mucho la pena cuidar.

Enfilación del puerto de Caión (Laracha).

Continuemos hoy con nuestro paseo por la hermosa villa de Caión visitando la enfilación de entrada a su puerto. Se trata de dos torres blancas separadas entre sí por unos 115 metros. Pueden verse ya desde lo alto de la carretera que baja hacia el pueblo, aunque aparcar para verlas es algo complicado.

Así que lo mejor es bajar hasta Caión y pasear hasta su puerto, recorrer su dique de abrigo y desde allí tendremos una buena vista de ambas torres. Tienen cuatro metros de altura. El color de su luz es blanco y alcanza las cuatro millas.

gaviotas en CaiónAquí las veis, hermosamente enfiladas para ayudar a los barcos a entrar a puerto. Son prácticamente idénticas a la enfilación de Punta Villueira y Punta del Castillo, en Camariñas, aunque un poquito más escondidas. ¡O no, según como se mire!

Enfilación de Punta Fiateira, Playa de Santa Cristina (Oleiros)

 

Esta singular enfilación se encuentra en la carretera que va desde A Coruña hacia Bastiagueiro. Poco antes de llegar a la rotonda donde está el monumento al Che Guevara, podemos aparcar el coche y bajar por un caminito de tierra que serpentea hacia el mar entre chalets de alto standing. Menos mal que sabía con seguridad que la enfilación estaba allí, al final del camino, después de atravesar todos aquellos tojos ¡no dudéis y seguid adelante! encontraréis una preciosa vista de la ría. La torre, de diez metros de altura, tiene dos lados completamente desiguales: el primero que vi es de piedra y redondeado; y el que está mirando al mar es plano, con azulejos blancos y rojos, un tanto deteriorados y pintarrajeados; la foto de arriba, con el sol de frente, ayuda a disimularlo piadosamente.

Una enfilación, para serlo, necesita una segunda torre a más altura; en este caso la encontramos encima de la avenida del Che Guevara, también rodeada de tojos; es muy similar a la primera, pero cuenta con una pequeña caseta pegada a ella.

Las luces de la enfilación de Punta Fiateira son blanca, roja y verde. Está funcionando desde 1955, cuando sustituyó a la enfilación del faro de Oza debido a las obras del dique de abrigo, que cambiarían el rumbo de entrada en el puerto de A Coruña.